Humedal artificial purifica agua de lechería herediana
•Experto crea canal que luego se inunda con agua sucia, y siembra allí plantas
•12 días después, el agua está limpia y, luego de un mes, florecen las plantas
ALEJANDRA VARGAS M. | alevargas@nacion.com
Publicado: 2009/07/29
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/julio/29/aldea2041288.html
A corto plazo, las aguas residuales de las lecherías costarricenses podrían convertirse en una herramienta muy útil para la conservación de la naturaleza.
Aunque parezca contradictorio, un estudio de tesis del biotecnólogo David Chaves –realizado durante un año y medio en una pequeña lechería de San Rafael de Heredia– demostró que es posible utilizar plantas ornamentales –por ejemplo, lirios y platanillas– para crear un humedal artificial en las lecherías y tratar esas aguas de forma económica.
Con ello, se obtienen varios beneficios: se evita la contaminación del aire y el suelo, las emanaciones de metano por la fermentación de estos líquidos y hasta el mal olor.
La limpieza de los corrales de una lechería puede requerir hasta 15.000 litros de agua, un líquido que normalmente se desperdicia.
Estas aguas contienen azúcares, proteínas, grasas y otros residuos añadidos; de ahí que su manejo sea difícil y costoso, si se hace con procesos industriales.
Además, mientras el agua de las lecherías se depura, es posible utilizarla para el cultivo de plantas ornamentales, lo cual sería un ingreso adicional para los productores de leche.
Por si todo esto fuera poco, luego de unos 12 días en el humedal artificial, el agua “sucia” cumple con las condiciones químicas de calidad y pureza para ser reintegrada a los ríos o lagos sin causar ningún tipo de daño.
Copia de la naturaleza. Un humedal natural es una zona de tierra, generalmente plana, en la que la superficie se inunda permanente o intermitentemente.
Al cubrirse de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los acuáticos y los terrestres.
Por sus características biológicas, físicas y químicas, los humedales tienen un elevado potencial autodepurador. Esto significa que ellos logran tratar las aguas residuales a través de la sedimentación y absorción. También, los humedales tienen bacterias que “digieren” ciertos tóxicos y dejan solo el agua limpia y pura.
Según el investigador, graduado en biología de la Universidad Nacional, cuando se crea un humedal artificial se busca reproducir las condiciones de uno natural.
Para ello, se selecciona y se impermeabiliza –con plástico tradicional– una zona plana que luego se inunda con agua residual.
En este caso, se seleccionó un área de diez metros de largo y 60 centímetros de profundidad.
Allí es donde se colocaron varios individuos de especies como las calas o lirios de agua, la platanilla, el heliotropo y la llamada ludwigia . Todas estas especies son plantas con flores de crecimiento rápido –un mes o menos– que se encuentran en los viveros y hasta en estado silvestre. “Se probaron diez especies de plantas más, pero estas fueron las más exitosas en crecimiento”, dijo Chaves.
“Las plantas se sembraron en el canal y, una vez que las plantas crecieron, fue posible reproducir la dinámica de un humedal natural”, comentó el investigador.
“Lo más importante es que esta alternativa es relativamente barata, especialmente el mantenimiento del sitio. Además, da uso a los desechos de la producción de leche e, incluso, ofrece beneficios como el cultivo de plantas ornamentales y hasta aporta belleza estética”, concluyó.
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