domingo, 29 de noviembre de 2009

El logo de McDonald’s se viste de verde



Tomado de: http://www.jugala.com/?p=16179


Será como parte de la campaña “Going Green”, una estrategia de la empresa que busca una imagen más ecológica en Europa.

Con el objetivo de mostrar un perfil más comprometido con la preservación de los recursos naturales con vistas a la próxima cumbre sobre el calentamiento global en CopenhagueMcDonald’s lanzó enAlemania su nueva campaña que consiste en cambiar el tradicional fondo rojo de su logo por un color verde intenso.

El cambio de logo es una de las técnicas de marketing que tomó la cadena de comidas rápidas para crear una nueva imagen que incluye el cambio en la decoración de las más de cien sucursales de ese país, con el verde como protagonista y con un diseño más moderno.

Con esta nueva imagen queremos dejar clara nuestra responsabilidad con la preservación de los recursos naturales. En el futuro nos enfocaremos aún más en el tema”, detalló Hoger Beek, vicepresidente de McDonald’s Alemania.

Las sucursales alemanas se suman a las franquicias de Gran Bretaña yFrancia que ya han comenzado a utilizar el nuevo color.

El verde será parte de un nuevo concepto de diseño exterior en Europa, que estará a la vista antes de fin de año en los nuevos locales ecológicos de la firma.

En Alemania, el logo de McDonald’s es una de las insignias más populares en entre chicos de 12 a 18 años, por lo que emprender una campaña ecológica desde ese punto podría resultar muy productivo.

A pesar de haber sido el epicentro de las críticas durante mucho tiempo por sus políticas poco ambientalistas, la empresa ya había tomado algunas medidas para cuidar el medio ambiente, como la implementación de sistemas de refrigeración que no contaminen y latransformación de aceite usado en combustible biodiesel.

Romina Biribay

jueves, 26 de noviembre de 2009

Nuestro déficit ecológico

Los patrones de consumo de los costarricenses, dice el informe sobre el ‘ Estado de la Nación’ , superan los recursos que nuestro territorio es capaz de producir

En los foros sobre cambio climático, Costa Rica debe hablar con firmeza y, ojalá, con la autoridad moral de un país capaz de contribuir cuanto sea necesario














Hasta hoy, el pródigo suelo dulce alivio y sustento nos da , pero hay razones para dudar de que la hermosa estrofa del Himno Nacional conserve sentido para las generaciones futuras. El consumo de los costarricenses, dice el informe sobre el Estado de la Nación , supera los recursos que nuestro territorio puede producir. En teoría, cada uno de nosotros dispone de 1,66 hectáreas para satisfacer sus necesidades, pero requiere de 1,86 hectáreas globales luego de calcular la huella dejada en la ecología por nuestros hábitos de consumo. A la fecha, arrastramos un déficit y somos dependientes de la biocapacidad de otros países.

Por el momento, es justo reconocerlo, los costarricenses estamos lejos de producir el impacto ecológico causado por muchos de nuestros semejantes en otras partes del planeta, especialmente en el mundo desarrollado. Incluso, permanecemos por debajo de la huella ecológica promedio, que ronda 2,7 hectáreas globales por habitante.

Costa Rica, sin embargo, no debe entrar en el juego de las acusaciones recíprocas, porque el problema es global y ningún país está exento de sus consecuencias. Hay sectores en Estados Unidos, por ejemplo, que señalan a China como el principal contaminante del planeta. Los chinos responden, con razón, que el principal contaminante es Estados Unidos, si el cálculo se hace por habitante. El tercer mundo, en general, señala a los países desarrollados como los grandes responsables, no solo por sus actuales patrones de consumo, sino, también, por su contribución histórica a la acumulación de carbono en la atmósfera.

Todos esos reclamos son correctos y es importante insistir en ellos en los foros internacionales. La próxima oportunidad se presentará en Copenhague entre el 6 y el 18 de diciembre. Representantes de 170 países se reunirán en la capital danesa para revisar el Protocolo de Kioto sobre cambio climático y calentamiento global antes de su expiración en el 2012. En este y otros foros, Costa Rica debe hablar con firmeza y, ojalá, con la autoridad moral de un país capaz de contribuir cuanto sea necesario.

Recordar sus responsabilidades a los principales contaminantes debe ser un argumento a favor del cambio, no una excusa o disimulo para nuestras faltas. El desplazamiento de la culpa sirve a los Gobiernos del mundo para defender intereses de corto plazo, con irresponsable indiferencia hacia el peligro advertido por una amplia mayoría de la comunidad científica internacional. Los países en desarrollo no podemos reclamar un derecho a contaminar con la excusa de que otros se han desarrollado contaminando. Las naciones industrializadas no pueden mantener sus patrones de consumo mientras vuelcan en los pobres la responsabilidad de conservar los recursos naturales.

La contradicción aflora a cada paso. Project Syndicate, una importante agencia mundial de artículos de opinión de la cual La Nación es suscriptora, congregó en Copenhague a más de dos centenares de editores de periódicos para escuchar a personalidades de la ciencia, la política, la economía y las finanzas, incluso a funcionarios gubernamentales y a premios Nobel como Joseph Stiglitz y Jeffrey Sachs, todos unidos por preocupaciones surgidas del calentamiento global. Aunque las medidas necesarias para paliar el problema están claras, el optimismo no dominó las conclusiones. La dificultad reside, precisamente, en el tono del debate político, encerrado en una dinámica de mutuas recriminaciones y defensa de intereses de corto plazo.

Naciones como Costa Rica deben luchar por romper el círculo vicioso de las coartadas, las injusticias y el miope desplazamiento de culpas, pero la fuerza de nuestra voz dependerá de la voluntad de poner la casa en orden. Pedro León, director del programa Paz con la Naturaleza, resume bien la encrucijada nacional: “Hemos sido pioneros en la agenda verde, pero en la agenda gris vamos atrás”.

En nuestro país, la agenda gris comienza por el reconocimiento de una injustificable dependencia del petróleo. El 75% de la energía proviene de hidrocarburos importados y eso representa el 40% de nuestra huella ecológica. Eliminada esa dependencia, Costa Rica saldaría el déficit ecológico y dejaría de ser deudor ambiental para constituirse en acreedor.

Este diario ha insistido en la necesidad de recurrir a la riqueza térmica del subsuelo, una bendición desperdiciada, irónicamente, por mal fundadas razones ecológicas. El desarrollo de otras fuentes limpias de energía y un ordenamiento territorial apto para absorber las emisiones de carbono magnificarían nuestra voz en el ámbito internacional, tan urgido de vehementes llamados a la conciencia.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Creadores costarricenses apuestan al ‘diseño responsable’

Paco Cervilla (izq.) propone un diseño en el que la luz, el color y los materiales industriales de desecho son los protagonistas. A la derecha, una maqueta de la Casa manglar, , una propuesta de diseño arquitectónico bioclimático que se acerca al estilo de vida de los costarricenses

MUESTRA EN EL MUSEO DE ARTE Y DISEÑO CONTEMPORÁNEO

 41 proyectos comprometidos con el ambiente, economía y sociedad

 Propuestas de diseño gráfico y arquitectónico, y de modas y productos

ANDREA SOLANO B. | ansolano@nacion.com

Además de ser innovadores y funcionales, los proyectos que se exhiben en la muestra “Diseño responsable” se enmarcan dentro de los estándares de sostenibilidad económica, ambiental y social.

La exposición, organizada por el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), retó a los diseñadores costarricenses a pensar en proyectos y productos destinados a generar múltiples beneficios más allá de las ganancias monetarias.

Creativos y útiles. Bajo la curaduría y museografía del diseñador Hugo Pineda, la exhibición acerca al público a novedosas propuestas en los campos del diseño arquitectónico y urbanístico, gráfico, de productos y de modas.

“Los proyectos de diseño responsable son aquellos que buscan soluciones innovadoras a necesidades específicas del ser humano y articulan de manera integral los tres componentes de la sostenibilidad: ambiente, economía y sociedad”, dijo Pineda.

El curador subrayó que la cualidad de “sostenible” no se limita únicamente a ser amigable con el ambiente. “Un diseño responsable es también aquel que produce efectos positivos en un gran sector de la población o bien aprovecha al máximo los recursos disponibles para la creación de nuevos productos”, comentó Pineda.

Experimentación. La muestra funcionó como un laboratorio en el que los diseñadores participaron incluso en el montaje y la distribución espacial de sus proyectos. “Son como microambientesque envuelven a los visitantes”, señaló el curador.

Una hamaca fabricada con los plásticos que sujetan los six pack de cervezas, lámparas elaboradas a partir de partes usadas de automóviles, un jardín colgante en Curridabat y un “parque-bosque-cementerio” en el actual Mercado de Mayoreo son algunos de los proyectos que se exponen en la muestra.

El diseñador Paco Cervilla presenta dos intervenciones en el espacio en donde las luminarias elaboradas con materiales de desecho. son las protagonistas. Luz verde comprende dos luminarias y un sillón fabricados con tubos de uso industrial (plástico PVC), mientras que El lado oscuro del plástico está formado por una serie de estructuras iluminadas con luces de colores que funcionan como espacios de descanso, asientos o juguetes.

“El color y la luz buscan generar emociones en el usuario. Es una pieza experimental de diseño fabricada a partir de una tubería de desecho para agua potable y madera”, afirmó Cervilla.

El arquitecto Francesco Bracci propone un casa laboratorio prefabricada con materiales no convencionales y asequible para cualquier presupuesto.

“La estructura principal es de metal, las paredes son de madera prensada reciclada y los pisos están construidos con botellas de vidrio molidas. Para los cielorrasos y entrepisos se utilizan láminas de empaques tipo tetra brik prensado. Tanto las estructuras como el mobiliario son modulares y el espacio que ocuparían es de 36 metros cuadrados”, señaló Bracci.

Cajas de clutch , pistones, fibras de freno, carburadores y otras partes de automóvil que iban rumbo al basurero adquirieron un nuevo uso en manos de la artista costarricense Paulina Ortiz, quien diseñó novedosas lámparas de mesa, de pared y de piso a partir de estas piezas metálicas combinadas con algodón y papel hecho a mano de fibras renovables. “Las piezas se caracterizan por el contraste entre materiales fríos y rígidos de metal con la calidez y delicadeza de los textiles”, dijo la artista.

Jose Pablo Alvarado aprovecha la madera de plantación certificada para diseñar su Silla abanico , un mueble plegable que se adapta a las necesidades del usuario. La muestra se exhibe hasta el 21 de enero. El MADC está ubicado en la antigua Fanal.

Nueva web explica dónde y cuándo anidan tortugas ‘ticas’

WWF/GABRIEL FRANCIA PARA LN

Junquillal será una de las próximas playas en integrarse al sitio de información. WWF/ Gabriel Francia para LN

SERVICIO GRATUITO PARA NACIONALES Y EXTRANJEROS

 WWF detalla cuál es la época de mayor visitación de animales en seis playas

 Plataforma está en español y solo incluye sitios que ya ofrecen servicios a los turistas

ALEJANDRA VARGAS M. | alevargas@nacion.com

Los ticos y extranjeros que deseen presenciar la anidación de alguna tortuga marina en las playas de Costa Rica cuentan ahora con una nueva herramienta gratuita y sencilla para disfrutar más este fenómeno natural.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) acaba de inaugurar un nuevo servicio en su página web http://www.wwfca.org.

Este sitio pone a disposición de los usuarios un calendario de anidación en el que se explica en detalle dónde y cuándo desovan las tortugas marinas que vienen periódicamente al país, entre ellas, las tortugas lora, baula, verde y carey.

Conocer para cuidar. Los promotores del sitio aseguran que la iniciativa trata de que las personas vivan la experiencia de un desove para que se conviertan en defensoras de las tortugas y de sus playas. Además, señalan que se busca promover el desarrollo social de las comunidades vecinas a este fenómeno. “Nuestro interés es promover el turismo responsable para observar el desove de tortugas marinas en el país. Por eso, el sitio también ofrece consejos y recomendaciones para hacerlo correctamente”, añadió la científica Ana Fonseca, de WWF.

Costa a costa. Sobre las tortugas lora, la nueva web invita a que las personas las vean desovar durante todo el año en el océano Pacífico. El clímax de anidación de esta especie se produce entre agosto y octubre.

En este caso, los expertos sugieren visitar la playa Ostional, en Guanacaste, para observar el espectacular fenómeno natural, puesto que la comunidad ofrece muchos servicios a los turistas.

Sobre las enormes tortugas baula ( Dermochelys coriacea ) también se ofrecen consejos y coordenadas para observarlas. Entre otras cosas, se explica que en el país pueden verse en ambas costas. De diciembre a enero es la mejor época para disfrutar de estos enormes quelonios en el Pacífico, específicamente en playa Grande, Guanacaste.

De marzo a abril de cada año, las playas de Tortuguero, Parismina y Gandoca son también una ubicación de lujo para ver baulas.

Al visitar estas mismas playas –Tortuguero, Parismina y Gandoca–, el turista también tendrá altas probabilidades de presenciar el desove de las tortugas verde ( Chelonia mydas ), especie que destaca por ser “vegetariana” y poseer un caparazón duro.

Esta especie desova entre julio y octubre de cada año, y es de agosto a setiembre cuando más se ven.

Finalmente, respecto a la pequeña tortuga carey, se enfatiza que se observan con mayor abundancia en el litoral Caribe, especialmente en Cahuita y Puerto Vargas. Estas anidan de marzo a octubre, pero el pico de anidación ocurre cada setiembre.

Para ayudar con la ubicación geográfica, el nuevo sitio tiene un mapa digital donde se señalan los puntos y, en cada caso, hasta se pone cómo llegar al sitio y con quién es posible contactarse para eso.

Toda la información de la web está sustentada en estudios de WWF y de otros centros de investigación ticos. En los próximos meses se incluirá información de otras playas como Junquillal, donde WWF tiene varios proyectos.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Diseñadores crean conciencia con su moda

LA MUESTRA ESTÁ EXPUESTA DESDE HOY, EN EL MUSEO DE ARTE Y DISEÑO CONTEMPORÁNEO

Diseño Responsable es la muestra en la que diseñadores de moda exponen sus creaciones basadas en la economía, el reciclaje, las tradiciones y más

ANA YANCY FLORES M. | aflores@nacion.com

La moda, la economía, las tradiciones, la pintura y el reciclaje fueron los temas sobre los cuales trabajaron ocho diseñadores ticos de la industria textil. Ellos presentaron sus diseños en la muestra de Diseño Responsable. Estos diseños fueron creados a partir de prácticas sostenibles y el público los puede observar ya en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, del Centro Nacional de Cultura (Cenac).

Hugo Pineda, el curador de la muestra –que también abarca otras ramas del diseño– explicó que fue difícil seleccionar los ocho proyectos en exhibición, ya que concursaron muchos diseñadores textiles para ser parte de Diseño Responsable.

Quienes asistan a la muestra tendrán la oportunidad no solo de ver, sino de interactuar con estos diseños, de los cuales muchos son creaciones únicas y no precisamente de consumo masivo.

A continuación, le brindamos un recorrido por estos diseños, de acuerdo con lo que Viva observó en la muestra y con las impresiones de sus diseñadores.

Reciclaje. La cultura del reciclaje fue uno de los elementos que tuvo mucha presencia en el diseño textil.

Bolsos de cuero elaborados a partir de prendas de segunda mano es la propuesta que presentaron Yara Salazar y su madre, Marta Hidalgo.

Va de nuevo (nombre de la colección y de la marca de bolsos) lo que busca es rescatar prendas que ya cumplieron su vida útil. Nosotros los aprovechamos y le damos una nueva vida. El producto final son bolsos de cuero con un diseño único”, explicó Salazar.

En la muestra, estas dos mujeres idearon una forma muy ingeniosa de presentar su propuesta: le tomaron fotos a las prendas con que se elaboraron los bolsos, las insertaron en cartón y las colocaron al lado de sus diseños, para que los visitantes vean de dónde salieron sus creaciones.

El papel periódico y trozos de madera dieron pie al diseñador Sidhartta Mejía para presentar la colección Rama , compuesta de sombreros y zapatos.

“Se trata de intervenir prendas de uso cotidiano con una mezcla hecha de papel periódico, (que es la materia prima) con incrustaciones de diferentes tipos de maderas”, dijo el diseñador.

En la muestra, los sombreros diseñados por Mejía cuelgan de ramas de las que fueron elaborados, y los zapatos están colocados sobre las hojas de los árboles y sobre papel periódico.

Ingenio y arte. Bajo la idea del ecodiseño y de fabricar diseños artísticos, el artista José Luis Alemán, Zawate, presentó tres piezas únicas bajo el nombre de Imprezionable.

Se tratan de zapatos creados de materiales de desechos, como el textil con el que se hacen las sombrillas. Este sirve para impermeabilizar el calzado; la llanta de avioneta se usa en las suelas, junto al cuero usado.

“El proyecto nació hace siete años, inspirado en mi papá, que es un zapatero artesanal. Mi objetivo es fabricar zapatos que resistan las condiciones del tiempo del país y concientizar de que vivimos en un mundo con recursos limitados”, expresó Alemán.

En la muestra, él combinó sus diseños con un taller artesanal donde se elaboran. Este incluye moldes de zapatos, herramientas y telas de cuero.

Mediante tres maniquíes, acompañados por tres fotografías de la modelo Leonora Jiménez, el diseñador Carlos Villalobos expone su proyecto: Estática. Las fotos fueron tomadas por Armando Del Veccio.

Villalobos expresa su arte en enaguas, blusas y un vestido, elaborados en textiles plásticos y materiales biodegradables. Por su parte, el pintor Fabio Herrera plasmó los gatos de una de sus obras en estos diseños.

Una animación en video (producido con tecnología Motion Graphics) fue la forma en que los diseñadores Óscar Ruiz e Ingrid Cordero (de Pepegrillochachachá) presentaron su colección de vintage. Esta técnica se basa en diseños fabricados con prendas de otras épocas y consideradas clásicos en la actualidad.

El video muestra un desfile de modas, cuyas modelos son muñecas de papel que desfilan por una pasarela también de papel, en escala 1:1, explicó Ruiz.

‘Autóctono’. Los tejidos de mujeres borucas son la materia prima deAutóctono , la propuesta que presenta Álvaro Núñez.

“Es un proyecto que busca rescatar las raíces de la cultura costarricense. Los productos de Autóctono no están sujetos a procesos industriales”, dijo el diseñador, quien para crear sus diseños estuvo en contacto directo con la comunidad indígena.

La flora y fauna del país cobra vida en los bolsos presentados por la diseñadora Monserrat Ramírez, quien se inspira en diferentes cuadros de la naturaleza para darles vidas.

Ella también expone en la muestra a Follaje, un vestido inspirado en el volcán Poás.

“Mi trabajo busca cómo encontrarse con la naturaleza, a través de materiales textiles, para identificar a Costa Rica”, dijo la diseñadora sobre su proyecto.

Con la idea de no contaminar y de emplear a jefas de hogar de zonas rurales, Natascha Moscoa creó la línea de bolsos Hipn’ Verde, que se exhiben en el Cenac.

Estos bolsos son pintados a mano, hechos de material reciclable y también únicos.

Los interesados en conocer de cerca estos proyectos tendrán mucho tiempo para hacerlo, pues la muestra de Diseño Responsable estará expuesta hasta el 21 de enero del 2010.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Millonario emprende ‘guerra verde’ en esteros argentinos


Indalecio Alvarez |Publicado: 2009/11/16 | 01:40 PM

Tomado de: http://www.nacion.com/ln_ee/2009/noviembre/16/aldea2162019.html














Rincón del Socorro, Argentina (AFP). Douglas Tompkins, un ecologista y multimillonario norteamericano abraza con la mirada la inmensidad de los esteros del nordeste argentino, donde compró miles de hectáreas para protegerlas, y donde libra una "guerra verde" con los productores agrícolas.

"¡Se ve hasta qué punto estas tierras están arruinadas!", dice.

Su mirada sobrevoló muchas veces los Esteros del Iberá ('agua que brilla', en guaraní), una inmensa red de lagunas de unos 25.000 km2 en el corazón de la provincia de Corrientes, limítrofe con Paraguay y Brasil y segunda zona húmeda del continente detrás del Pantanal brasileño.

"Esto me permitió tener una visión global", dice este neoyorquino misterioso, que rara vez da entrevistas, mientras a su alrededor se atarean biólogos, pilotos, responsables de la logística, bajo el ojo indiferente de varios ñandús.

Fundador de las marcas de ropa North Face y Esprit, 'Doug', como lo llama su equipo, se dedica desde hace casi 20 años a la protección del medioambiente.

Para este deportista de pequeña estatura nacido en 1943, de ojo vivaz y cabello blanco, el disparador fue leer al filósofo noruego Arne Naess, padre de la llamada "ecología profunda".

"Es la idea de que el hombre forma parte de un sistema, que debe aprender a compartir este planeta con las otras criaturas que lo componen", dice en el living de su estancia, Rincón del Socorro.

Desde entonces, fue comprando una tras otra fincas de cría de ganado para desmantelarlas, sacando los bovinos de manera que vuelvan a crecer los bosques primitivos y que los ciervos en peligro de extinción reencuentren su habitat natural.

Así, va introduciendo nuevamente especies como el ciervo de los esteros, el oso hormiguero y en poco tiempo más el yaguareté, un felino desaparecido de la región hace décadas.

Douglas Tompkins quiere convencer a las autoridades de hacer de este ecosistema tropical extremadamente rico --y de sus 130.000 hectáreas adquiridas alrededor de los esteros en 1998-- un parque nacional de 1,3 millón de hectáreas. Se da un plazo de 20 años para conseguirlo.

Con su mujer, Kristine, ex responsable de otra marca de éxito, Patagonia, ya donó cientos de miles de hectáreas protegidas en el sur de Chile y de Argentina.

Pero la de los Esteros del Iberá, se anuncia como una guerra de desgaste.

"La jurisprudencia argentina que protege el agua es muy sólida", se congratula Sofía Heinonen, 41 años, que dirige el Proyecto Iberá desde la estancia de Tompkins. "Hemos ganado siete juicios".

Sobre su mesa, paquetes de octavillas invitan a manifestar a caballo para festejar la última victoria ante la Corte Suprema.

El equipo de Tompkins multiplica los juicios contra productores de arroz, acusados de contaminar el agua de los esteros con los abonos químicos.

Los agricultores locales, motor de la economía provincial, no ven por qué este extranjero viene a decirles cómo comportarse.

"No creemos en la historia del millonario filántropo: Tompkins es la máscara del poder del dinero, de los poderosos de este mundo, que quieren apropiarse de los recursos naturales de América Latina", dice Mabel Moulin, vocera de la Fundación Iberá Patrimonio de los Correntinos.

Muchos estancieros levantan las banderas verdes de esta organización en la entrada de sus propiedades. Moulin asegura que la gente humilde es echada de las tierras compradas por Douglas Tompkins.

"Antes del oso hormiguero o los ciervos, defendemos a la gente", sostiene.

Tompkins, quien acaba de iniciar su mañana con un lance de esgrima, sabe que en su lucha una retirada es tan decisiva como una finta.

"Hay que saber de qué lado sopla el viento. A veces, uno sabe que no es el momento de presentar un proyecto", reflexiona.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los aviones planearán los últimos 180 kilómetros antes del aterrizaje para ahorrar CO2

Fomento impulsa un plan de "aterrizajes verdes" para 2010.- En cada operación se ahorrarán más de 100 kilos de CO2 y se reducirá el ruido

RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 12/11/2009

Tomado de: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/aviones/planearan/ultimos/180/kilometros/aterrizaje/ahorrar/CO2/elpepusoc/20091112elpepusoc_8/Tes

El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado hoy que a partir de 2010 España implantará el sistema de "aterrizaje verde" en los aeropuertos. Se trata de "una medida para que los aviones tomen tierra a mínima potencia, planeando, con menos ruido, menos gasto de combustible y menos emisiones", como la ha definido Blanco en la Comisión Mixta del Congreso y el Senado para el Estudio del Cambio Climático.

El decano del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (Copac), Luis Lacasa, explica que con este sistema de descenso continuo "a unos 180 kilómetros de distancia el piloto pone los motores al ralentí y desciende como planeando. A unos 11 kilómetros de la pista empezaría a meter potencia para realizar el aterrizaje normal". Lacasa ya ha realizado tres pruebas de aterrizaje continuo con un Airbus 340. Actualmente los aviones descienden hasta cierta altura y luego la tienen que mantener con restricciones de velocidad. Con el nuevo sistema, en vez de descender a saltos metiendo potencia de vez en cuando, bajarán de forma continua.

Lacasa explica que el principal problema del nuevo sistema es la gestión del tráfico aéreo, ya que no todos los aviones descederán a la misma velocidad. Por eso el sistema se empezará a implantar de noche. Fomento afirma que, "con estas aproximaciones verdes, se logrará una reducción de entre cuatro y seis decibelios en las poblaciones situadas a más de 18 kilómetros de la pista de aterrizaje" y que se ahorrarán "entre 100 y 160 kilos de combustible por vuelo y las emisiones de CO2 se reducirán entre 300 y 480 kilos por operación". Otros países ensayan sistemas parecidos. El tiempo de vuelo sólo aumenta en unos dos minutos.

El sector de la aviación, responsable de un 2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, está exenta del control de emisiones, pero se encuentra en un proceso de ahorro al máximo de combustible. Una ley ya les ha impuesto un plan de control a las aerolíneas.

Fomento ya ha renegociado el uso de rutas aéreas hasta ahora reservadas a vuelos militares para ahorrar tiempo y combustible. La reestructuración del espacio aéreo ahorrará, según el ministerio, 600.000 toneladas de CO2.

La comunicación ambiental se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para las empresas


La comunicación ambiental se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para las empresas. Los diferentes tipos de comunicación desde las mismas se pueden clasificar de diferentes maneras. A continuación se van a mencionar los más conocidos, como son el marketing ecológico, comunicación ambiental de crisis y la comunicación ambiental básica.

Tomado de: http://www.ecoticias.com/sostenibilidad/19445/La-comunicacion-ambiental-se-esta-convirtiendo-en-una-herramienta-imprescindible-para-las-empresas-noticias-de-medio-medio-ambiente-medioambiente-medioambiental-energias-energias-renovables

Las consecuencias negativas de actuaciones no responsables con el medio ambiente llegan al consumidor afectando a sus decisiones de compra. Aparece así un nuevo segmento de consumidores, los consumidores ecológicos, que manifiestan su preocupación por el medio ambiente en su comportamiento de compra, buscando productos que sean percibidos como de menor impacto sobre el medio ambiente.

El marketing ecológico es un modo de concebir y ejecutar la relación de intercambio, con la finalidad de que sea satisfactoria para las partes que en ella intervienen, la sociedad y el entorno natural, mediante el desarrollo, valoración, distribución y promoción por una de las partes de los bienes, servicios o ideas que la otra parte necesita, de forma que, ayudando a la conservación y mejora del medio ambiente, contribuyan al desarrollo sostenible de la economía y la sociedad (Santesmases, 1996)

Las técnicas a utilizar serán prácticamente las mismas que utiliza el marketing habitual, ya que igualmente deberá identificar, crear, desarrollar y servir a la demanda, sin olvidar el nuevo aspecto incorporado: el desarrollo sostenible.

Comunicación ambiental de crisis

Las situaciones críticas se pueden originar por accidentes de distinta magnitud, desde catástrofes mayores (como fue el caso del Prestige) a incidentes.

Para proceder ante estas situaciones excepcionales, debe estar prevista una organización, para que en situaciones de crisis se proceda al desarrollo de una serie de planes previamente preparados. En muchos casos, la comunicación de crisis, supone enfrentarse a un problema ambiental frente a los medios de comunicación. Aunque hay que poner todos los medios para no llegar a estas situaciones, mediante la prevención, es conveniente estar preparados para las mismas.

Cuando los medios de información empiezan a actuar, lo primero que ocurre es que se pone en duda la capacidad de gestión de riesgos de la empresa y con ello se crea una imagen negativa de la misma (de forma tanto interna como externa). La imagen de la empresa va a depender de la gestión que se realice en el periodo de crisis, del comportamiento general de la empresa y la responsabilidad.

Una buena comunicación en situación ambiental de crisis tratará de encauzar la información. Para ello se deberá estar preparado para una posible situación crítica habiendo definido previamente a los responsables de gestionar la situación y teniendo un plan de acción.

Comunicación ambiental básica

El objetivo de este tipo de comunicación es informar de las acciones habituales de la empresa, que tengan repercusión en el medio ambiente, a distintos sectores. La comunicación puede ser tanto interna como externa. Es una comunicación preventiva que busca poner en conocimiento las acciones y la preocupación ambiental de la empresa ante la sociedad, pero no busca la venta de productos ecológicos.

El informe ambiental de empresa

Los informes ambientales pueden integrarse en la memoria general y única de la empresa o elaborarse por separado. En el caso que se opte por lo segundo, existen instituciones que han elaborado herramientas y guiones-tipo para la realización de informes ambientales.

Una de las entidades que ha trabajado en este sentido es la Global Reporting Iniciative (G.R.I.). La iniciativa de la G.R.I. surge en 1997 con el propósito de facilitar a las empresas la comunicación sobre sus actuaciones hacia un desarrollo sostenible. Surge a través de la Coalición por las Economías Ambientalmente Responsables (CERES) y incluye hoy, además, a estas organizaciones:

  • Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
  • Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD)
  • Asociación de Contables Certificados del Reino Unido (ACCA)

Otras entidades que han establecido contenidos-tipo son el World Industry Council for the Environment (WICE), la Public Environment Reporting Iniciative (PERI), y la European Coalición of Chemical Industries (CEFIC).

La oportunidad laboral més verde, el teletrabajo ecológico


El teletrabajo tiene ventajas para empresas y empleados. Asumido de forma positiva, contribuye a reducir costes, aumentar la productividad, conciliar la vida laboral y familiar o disminuir la incidencia de enfermedades como la gripe A. Pero también es bueno para el medio ambiente y la salud si se asumen una serie de pautas ecológicas en la labor diaria, un factor más para generalizar este sistema.

Tomado de: http://www.ecoticias.com/sostenibilidad/19527/Podrias-hacer-teletrabajo-ecologico-medio-ambiente-energias-renovables

El coche es el principal generador de contaminación en las ciudades: causa hasta un 80% de los malos humos urbanos. Dejar de utilizarlo es una de las principales ventajas ecológicas y económicas del teletrabajo. Greenpeace estima que en España la mala calidad del aire genera más de 16.000 muertes prematuras anuales. 

 Un empleado que trabaje en casa una media de dos días y medio a la semana ahorra en gasolina y desgaste de su vehículo más de 1.200 euros al año. Así lo señala un estudio de Sun Microsystems, una empresa informática de 19.000 empleados en todo el mundo, el 56% con horario flexible. El avión es otro medio contaminante que se evita con el teletrabajo. La multinacional Cisco asegura que el año pasado dejó de emitir más de 47.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) gracias al impulso de las videoconferencias (se redujeron los viajes de reuniones).

Los "empleos verdes" ya no sólo están relacionados con instaladores de paneles solares o de turbinas eólicas. Convertirse en un teletrabajador también puede ayudar al medio ambiente. En Estados Unidos, donde este sistema está más extendido, la web de búsqueda de trabajos a distancia FlexJobs dedica una sección a las oportunidades de teletrabajo relacionadas con el medio ambiente. Diseñadores, consultores, auditores, blogueros, informáticos, teleoperadores, ingenieros o vendedores on line de ecoproductos pueden ser ecológicos de forma doble si trabajan desde casa y se dedican a alguna actividad relacionada con la naturaleza.
Consejos para ser un teletrabajador ecológico 

 El teletrabajador ecológico puede ser clave para aumentar la práctica de las tres erres: en su labor diaria puede reducir el uso de materiales, energía, luz, agua, etc.; reutilizar los productos y evitar los de usar y tirar; separar de forma correcta los residuos para su correcto reciclaje, etc.

La adecuación del puesto de trabajo es uno de los primeros elementos que se deben tener en cuenta. La movilidad que implican las nuevas tecnologías permite, en teoría, trabajar desde cualquier punto: una plaza con espacios verdes, un lugar de la naturaleza... No obstante, si para llegar a estos sitios se utiliza el coche, el teletrabajo ya no será tan ecológico. 

 La opción adecuada para el teletrabajo diario sería un edificio ecológico o bioclimático. Si no es posible, se puede intentar acercarse a ese objetivo. Un ecoteletrabajador requiere espacios luminosos, como alternativa al uso de luz artificial. Cuando ésta sea imprescindible, deberia utilizar bombillas de bajo consumo en lugar de incandescentes. Airear la zona evita problemas de contaminación interior. La climatización de la estancia puede conllevar un gasto energético considerable. El aislamiento térmico de paredes y ventanas reduce este consumo. En cuanto a la vestimenta, se puede optar por ropa ligera en verano y más abrigada en invierno, para disminuir el uso del aire acondicionado y la calefacción.

Los espacios de cotrabajo son otra alternativa, en especial, para quienes prefieran estar acompañados. En estos locales de oficinas, varios teletrabajadores comparten gastos de luz, electricidad, agua, comida, equipos informáticos, Internet y hasta ideas. Para llegar a ellos y tener una menor huella ecológica, se puede optar por los más cercanos a casa para ir a pie o en bicicleta.

Los elementos materiales son otro factor importante. Cada vez es más fácil encontrar "ecomuebles" a precios asequibles y con diversos estilos. Los muebles de madera pueden llevar la etiqueta ecológica FSC. Otra opción es reutilizar mobiliario usado para alargar su vida útil. El sistema "cradle to cradle" cuenta con certificado para muebles de diseño sostenibles. 

 El ordenador y sus distintos "gadgets" son la herramienta básica. Numerosas tecnologías permiten trabajar desde casa. El esfuerzo de los fabricantes por ser más ecológicos aumenta y el teletrabajador puede fijarse en los modelos más respetuosos con el medio ambiente: sistemas de bajo consumo energético, como el "Energy Star", materiales reciclados y reciclables, etc. El ordenador reduce y hasta evita el uso del papel, que en este caso debería ser reciclado o elaborado de forma ecológica. Una buena idea consiste en contar con un equipo multifunción que aúne impresora, fotocopiadora y escáner para reducir equipamientos y gasto en papel. Siempre que no se utilicen, hay que apagar estos equipos (y cualquiera que funcione con electricidad), incluso el modo "stand-by", que consume cantidades importantes de energía al año.

Mantenerse en forma y con buena salud permitirá al teletrabajador ser más productivo. Los materiales ecológicos y una dieta equilibrada basada en frutas y verduras locales y de temporada contribuyen a este objetivo. La flexibilidad del teletrabajo permite a sus usuarios dar paseos, hacer deporte o ir a lugares naturales (como los periurbanos) en cualquier momento del día.

domingo, 8 de noviembre de 2009

La crisis como oportunidad



 

REPORTAJE: CASA Pensamiento verde

Tomado de: http://www.elpais.com/articulo/portada/crisis/oportunidad/elpepusoceps/20091108elpepspor_10/Tes

ANATXU ZABALBEASCOA 08/11/2009

 

La crisis económica ha destapado barrios enteros de edificios vacíos cimentados en la especulación, paisajes destrozados por la codicia y un modelo de desarrollo insostenible. Sin embargo, el desastre podría ser el detonante para lograr un cambio de valores y un mundo más verde. La oportunidad de repensar el planeta empieza en nuestra casa. Gestos mínimos y actitudes individuales pueden llegar a cambiar la faz de la Tierra por la fuerza de los hechos.

Una bolsa de plástico tarda 400 años en descomponerse". La información no proviene de una revista científica, sino de una valla publicitaria. Este verano, cuando el anuncio de una bajada en los precios se antojaba la única opción para seguir vendiendo, los supermercados Carrefour decidieron cambiar el "llévese tres, pague dos" por un mensaje distinto: iban a eliminar definitivamente las bolsas de plástico. Carrefour decidió apostar por cambiar un hábito. Y la mayoría de sus clientes ha asumido ya la nueva costumbre.

Puede sonar demagógico, y ya les debe de quedar poca fe, pero los grandes beneficiados de la crisis podemos ser nosotros. Lograrlo exige un cambio de mentalidad: nuestro beneficio no va a ser a costa de nadie. Tras este parón no va a haber más remedio que hacer las cosas de otra manera. Y deberíamos hacerlas mejor.

No es casualidad que con pocas semanas de diferencia se hayan publicado en España dos libros cuya tesis gira alrededor de la idea de la crisis como una oportunidad para el cambio. Alex Rovira, profesor de ESADE y autor de La buena crisis (editorial Aguilar), defiende con vehemencia la necesidad de una visión más ecológica del mundo y de la expansión de la conciencia. "Estamos en esta situación porque comprábamos cosas que no necesitábamos, para impresionar a gente que no conocíamos o no nos caía bien, y avalando con activos cuyo valor no era el que creíamos. Todo era una gran mentira y estamos pagando las consecuencias. La Tierra es el cuerpo que nos alberga y nosotros somos su consciencia, pero nos habíamos convertido en su cáncer. La clave es la responsabilidad: si encendiste, apaga; si consumiste, recicla... Hay que completar la acción, respetar el medio y a las personas".

Jordi Pigem, doctor en Filosofía, firma el libro Buena crisis. Hacia un mundo posmaterialista, publicado por Kairós. "Parto del término médico de crisis", explica Pigem, "que no es otra cosa que el momento crítico en el que una enfermedad empeora o mejora. La crisis puede ser una oportunidad de sanación". Pigem describe un mundo en el que ha imperado la razón por encima del cuerpo y las emociones, el ser humano por encima de la naturaleza y el hombre por encima de la mujer. "Ahora toca cambio", añade, "y eso atañe a nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Ni el egoísmo ni la codicia funcionan. La tendencia que está creciendo con más rapidez en estos momentos es la de la generosidad, se manifiesta en la banca ética, en la cantidad de ONG que funcionan en el mundo, en el comercio justo, en redes sociales preocupadas por compartir... y todo se articula dentro de una visión del mundo en el que las personas no estamos por encima de la naturaleza. No se puede volver a donde estábamos porque no es sostenible".

Domingo Jiménez Beltrán, que fue director general de Medio Ambiente con la ministra Cristina Narbona, no duda que la crisis puede propiciar un cambio hacia una vida más sostenible: "Todo el mundo sabía que teníamos un modelo de desarrollo de corto recorrido que ha generado beneficios, pero no para todos. Se han privatizado las ganancias y hemos socializado las pérdidas".

Si todos lo sabían, ¿por qué nadie lo evitó? Jiménez, que también fue director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, lo llama el síndrome del elefante: mientras estás en el negocio, lo que pretendes es que dure un poco más. "Mientras el PIB crece al ritmo del 4%, a los políticos les da miedo decir que eso lleva al desastre porque piensan que hacerlo va a frenar abruptamente la inversión. Todo el mundo se había puesto como meta que la burbuja, antes de que llegara a estallar, se desinflara suavemente. Ahora no vale lamerse las heridas. Hay que aprovechar la crisis para salir de ella con un modelo de desarrollo reforzado", explica.

¿Cuál podría ser ese modelo? En los años setenta, el planeta sufrió una grave crisis agrícola. Se temió no poder producir suficiente grano para la creciente población mundial. Para remediarlo, varias organizaciones de ayuda internacional invirtieron en la agricultura. El resultado se llamó entonces revolución verde e hizo que países como la India doblaran su producción agrícola en dos décadas. Se les fue la mano. Con comida barata, el precio del grano descendió un 60%. Y la agricultura pasó de capitalizar un 18% de las ayudas internacionales al desarrollo a recibir sólo el 3,5% en 2004. Para 2008, los límites en el crecimiento sumados a la utilización de parte de la cosecha como biocombustible, en un intento por utilizar energías más limpias, aumentaron de nuevo el precio del grano. Pero algunos países estaban preparados. Tras ganar las elecciones de 2004, el primer ministro indio, Manmohan Singh, llamó a una nueva revolución verde. Cada hectárea cultivada en su país producía la mitad que una en la vecina Tailandia. Singh cuadruplicó la inversión en campos y carreteras rurales, aseguró un precio mínimo por producto y construyó viviendas con electricidad para los agricultores. Mientras la India se preparaba para sacar más de la tierra, en España se levantaban bloques y bloques de pisos en los extrarradios que aumentaban el precio de las hipotecas y que hoy todavía permanecen vacíos.

A corto plazo puede parecer que poco cambia, pero la distancia permite apreciar pequeñas revoluciones. El filósofo Jorge Riechmann, que empezó a escribir sobre estos temas cuando parecían una extravagancia, sostiene que los efectos de nuestras acciones llegan muy lejos en el tiempo y en el espacio, comenzando por actos de consumo tan básicos como comer y beber. "Una dieta  predominantemente vegetariana reduce notablemente nuestro pisotón  ecológico. En cambio, una  dieta rica en carne y grasas animales multiplica nuestro impacto sobre los ecosistemas y reduce las opciones vitales de muchos seres humanos. Deberíamos acostumbrarnos a ver las invisibles mochilas ecológicas que arrastran consigo los bienes de consumo", advierte. El éxito de las tiendas de baratijas todo a cien podríamos pagarlo caro con el aumento de las emisiones de gases contaminantes en China.

Junto a la toma de conciencia de Riechmann, Domíngo Jiménez, que también fue el primer director del Observatorio de la Sostenibilidad en España, cree que la crisis debería propiciar un desarrollo basado en el conocimiento para sustituir el antiguo desarrollo basado en la ignorancia. "Mucha parte del falso desarrollo económico español se ha hecho a cuenta de destrozar activos importantes, como las Tablas de Daimiel. La especulación es la prueba más grande de la ignorancia. Nos hemos descapitalizado en conocimiento. La prueba es el abandono escolar en España, más frecuente en las áreas de costa con desarrollo especulador. Un país con bajo nivel de educación es un país abonado a la corrupción porque las exigencias de la sociedad civil disminuyen", opina.

Él, desde su vivienda en Águilas (Murcia), donde ha levantado una casa energéticamente autosuficiente que produce energía fotovoltaica y eólica y en la que se desala agua para regar una pequeña huerta, ha pasado a la acción. "Cuando algún vecino me pregunta si me salen las cuentas de la inversión, le pregunto yo si le salen a él las de su Porsche. Depende de las prioridades", explica. Y ya no tanto de los bolsillos. Una placa solar se amortiza en tres años. La tecnología empieza a abaratarse. Por eso Jiménez insiste: "Si hay que dar la bienvenida a la crisis es porque ha dado la cara a todos los vicios que tenía el sistema y nos abocaban al desastre seguro. Eso sí, el vuelco al sistema tiene que ser total", zanja.

¿Cuándo empiezan los cambios? El sociólogo Enrique Gil Calvo piensa que, de momento, el ahorro y la frugalidad se han impuesto por dos razones opuestas: la necesidad y el mimetismo. "Es la nueva cultura de la austeridad contagiosa, que se ha propagado como una epidemia social. El primer efecto (ahorro necesario) podría ser coyuntural: en cuanto se consolide la reactivación, volverá en pocos años la sociedad de nuevos ricos. Pero el segundo (ahorro contagioso) podría sedimentarse en nuevos hábitos más responsables y austeros".

Más responsables y más austeros. Una nueva normativa constructiva, en vigor, refleja ya esos atributos. Obliga a que las futuras viviendas no sólo consuman menos energía; también establece que la produzcan, por lo menos en parte, para el autoconsumo. Con recursos sencillos, como la rotura de puente térmico en los dobles vidrios de las ventanas, se favorece el aislamiento. El auge de las calderas de biomasa o a la tradicional sensatez en el empleo de toldos o pérgolas nos pueden ayudar a vivir mejor. Sin gastar más energía. Y sin vivir en la burbuja del aire acondicionado.

A la sensatez, precisamente, apelan muchos de los arquitectos más famosos del planeta cuando aseguran que la sostenibilidad es condición imprescindible para la buena arquitectura. Por eso, el último premio Pritzker, Peter Zumthor, alerta sobre que "la sostenibilidad no debe convertirse en bandera de oportunistas". Y algo parecido piensa Jorge Riechmann: "Sigue faltando el impulso hacia un cambio radical sin el cual nuestro dar vueltas en torno a conceptos como desarrollo sostenible se queda en palabrería huera".

También Deyan Sudjic, director del Design Museum de Londres, denuncia una doble moral y advierte que no basta con mirar para otro lado y vender tus residuos a un país pobre. El aire contaminado no entiende de fronteras. Mientras, otro Pritzker, Richard Rogers, autor del Centro Pompidou, de la T-4 de Madrid y uno de los mayores abanderados de la cruzada sostenible, afirma que la primera casa que diseñó para sus padres en 1961 ya lo era al 100%, pero admite que no todos los edificios que ha levantado después lo son. "La cuestión de la sostenibilidad depende más del cliente que del arquitecto", concluye. Es ahí donde podemos intervenir. ¿Cómo? Con posibilismo: no hace falta que gastemos el dinero que no tenemos en un sistema para reciclar el agua de lluvia, pero sacar las plantas a la terraza cuando llueve sirve". Como explica Sudjic, "tras constatar lo cerca que nos han llevado nuestras costumbres de consumo compulsivo de los límites de los recursos mundiales, hoy el mayor lujo podría ser liberarnos de vivir con tantas cosas".

¿Asistimos a un cambio de mentalidad? ¿O las modificaciones en los hábitos del consumo son un asunto puramente económico? Jorge Riechmann no es muy optimista: "El pensamiento de inspiración ecológica lleva cuatro decenios insistiendo sobre una obviedad: ningún sistema económico puede crecer indefinidamente dentro  de una biosfera finita. ¿Hasta cuándo nos obstinaremos en perseguir imposibles? Nuestros atuneros zarpan ahora con mercenarios a bordo, armados con ametralladoras, para tratar de seguir esquilmando hasta el último rincón de los caladeros más lejanos, y que no se detenga el flujo de mercancías hasta los centros comerciales de las metrópolis. ¿De verdad no nos amargará demasiado la ensaladilla rusa conseguida a ese precio?", pregunta. Su idea de recoger redes y volver a casa está presente en muchas de las propuestas de cambios drásticos en el sistema de vida. Y en el de producción.

El ingeniero donostiarra Jesús Gasca lo llama "recuperar la localización". Y lo ilustra con su propia peripecia vital. Su empresa, Stua, que este año ha recibido el Premio Nacional de Diseño, nació con la crisis del petróleo del año 1980. Los treinta años siguientes le llevan a diseñar máquinas para fabricar sillas, luego sillas y finalmente al premio nacional para su empresa, en la que trabajan su mujer, sus dos hijos y 23 empleados más. Stua es, con apenas seis muebles diseñados por él y su hijo Jon, una de las mayores exportadoras de sillas de España. Su último pedido: 200 butacas para el Guggenheim de Nueva York. ¿El secreto? "Sólo la transformación de la materia genera riqueza", explica Gasca. Y sabe de qué habla. Su firma es atípica. No hace muebles de temporada, no presenta novedades en cada feria, tiene muy pocos productos, pero innova con cada pieza y... -y aquí su apuesta es radical- no fabrica en China.

Gasca cuenta que ya en los ochenta, cuando era el único español que exponía en la feria de Copenhague, se le acercaron dos visitantes chinos y le ofrecieron fabricar sus sillas. Cuando preguntó por sus trabajadores, la respuesta fue: "No los necesita". Él contraatacó con otra pregunta: "¿Y quién comprará mis sillas si los trabajadores se quedan sin trabajo?". Desde entonces, Gasca se muestra "a favor de la globalización, pero absolutamente en contra de la deslocalización". "No podemos pensar el consumo separado de la producción. Nuestro problema de fondo es una organización de la economía donde la acumulación de capital (y la búsqueda de beneficio que lleva consigo) son los fines, y el bienestar de las personas o la salud de los ecosistemas se dan, cuando se dan, por añadidura, como una especie de accidente", apunta Riechmann.

Que azulejos reciclados convivan en un baño con bombillas halógenas de alto consumo hace pensar que el problema de la sostenibilidad se podría estar abordando como una moda y que con demasiada frecuencia nos acercamos más a las formas que al fondo. Autor del ensayo Gente que no quiere viajar a Marte (La catarata), Riechmann reivindica valores como la autocontención, la autolimitación y la suficiencia. Decir basta. Y ponerse a trabajar. En Wapping, un barrio al este de Londres, un programa invita a las numerosas mujeres musulmanas del barrio a sembrar en un huerto comunitario las hierbas que necesitan para sus guisos y no encuentran en el supermercado. Con un mismo proyecto sacan a la calle a quienes vivían encerradas en sus pisos y el barrio se llena de verde. Objetivos culturales, sociales y medioambientales pueden trabajarse a la vez.

Tal vez por eso el sociólogo Enrique Gil Calvo cree que llegaremos a ver como más admirable la responsabilidad que la propiedad. Aunque advierte: "Más admirable. Pero no más envidiable. Y la clave del efecto-contagio está en la envidia, no en la admiración. El efecto-riqueza, derivado de la propiedad, es mucho más ostensible y contagioso que el respeto, derivado del comportamiento responsable. Pero hay una alternativa: en vez de la responsabilidad, es posible que se imponga una mayor autorrealización: capacidad no de adquirir o poseer bienes de consumo, sino de reconstruirlos, rediseñarlos y reutilizarlos. Una autorrealización que podría resultar contagiosa, al ser generadora de un efecto-prestigio".

¿Cómo acercar entonces prestigio y supervivencia? Pedro Rubio, responsable del área de medio ambiente de La Casa Encendida, un centro cultural promovido por Caja Madrid, cuenta una de las iniciativas más peculiares de su departamento: "La comunidad ahorra". Empezó en 2003, duró cinco años y era un concurso entre comunidades de vecinos que competían por reducir sus gastos de energía durante seis meses en comparación con el mismo periodo del año anterior. El premio era la instalación gratuita en la azotea del edificio ganador de 2,5 kilovatios en paneles fotovoltaicos. "La ley obliga a las compañías eléctricas a comprar a los vecinos la energía producida por sus placas solares. El ahorro puede ser testimonial, pero reduce los gastos comunitarios", cuenta. "Hay comunidades que ahorraron hasta un 20% con esfuerzos mínimos".

Los buenos propósitos suelen tener siempre algo de ingenuo e irreal. Hasta que se convierten en hechos. La transformación de comunidades está cambiando barrios, los barrios modifican zonas urbanas y las ciudades alteran la vida de quienes las habitan. Ha ocurrido en Estocolmo. Hammarby era, hace quince años, suelo industrial degradado junto al centro de la ciudad. Hoy es un barrio nuevo sostenible que emite el 50% menos de humos tóxicos que cualquier otro vecindario de la capital sueca. ¿Cómo lo han conseguido? Fue la compañía de aguas la que dio la voz de alarma. Los líquidos que se encontraban en las canalizaciones de aguas grises (procedentes de lavabos y duchas) contenían sustancias nocivas para el medio ambiente como el triclosan (presente en los dentífricos con efecto blanqueador). Bastó una exposición informativa sobre los efectos de esa sustancia y un par de años después los residuos habían desaparecido. Corría el año 1998 y el Ayuntamiento de Estocolmo supo que con información era posible cambiar los hábitos de sus ciudadanos. Con la generación in situ de electricidad y calefacción a partir del tratamiento de las basuras domésticas, hoy Hammarby propone otro tipo de vida. Y sigue creciendo. La clave, disfrutar en la calle, evitar grandes desplazamientos y recuperar la vida de barrio.

El redescubrimiento del barrio como la extensión de la propia casa, las colas en el taller de coches y ante el zapatero remendón dibujan una vida muy distinta a la que resumen las colas de los últimos años, ante el concesionario y la agencia inmobiliaria. ¿Nostalgia? ¿Quién se atreve a adivinar cuál de las situaciones tiene más futuro? Con una clase política que conocía la magnitud de la crisis y lo ocultó; con industrias como la del automóvil, que todavía recibe subvenciones para fabricar vehículos no sostenibles cuando países como Finlandia aspiran a tener carreteras libres de petróleo en menos de treinta años, ¿el cambio hacia el pensamiento verde será real u oportunismo publicitario? Jiménez asegura que las oportunidades son enormes si cambiamos la construcción por la reconstrucción. ¿Llegarán a ser las energías limpias tan rentables como el ladrillo? Patricia Pascual, del grupo inversor Nmás1, cree que, a medio plazo, la demanda de energía superará la de los últimos años por la incorporación de las economías emergentes. "Entonces las energías limpias serán una parte grande de la tarta del consumo", señala. Pero para Pedro Rubio la crisis debería ser un punto de inflexión, no un paréntesis mientras volvemos al estado de cosas que nos llevó a la propia crisis: "Cuando escucho en la radio que la gente se felicita por una fuerte subida de la Bolsa, pienso que el problema no es reconstruir el sistema, sino cambiarlo. Tenemos más poder del que creemos. Por ejemplo, podemos llenar el depósito en la gasolinera de una compañía más responsable. Esos datos son públicos, están en Internet. Pero, claro, hay que ponerse. Sin hacer nada, simplemente con nuestro consumo, podemos primar a unos o a otros". Y cambiar las cosas.